martes, 30 de agosto de 2016

INDIGNACIÓN



Philip Roth
Indignación
2008

Indignación es la historia -o el contaste recordar- de Marcus Messner, un joven de 19 años: hijo de carniceros Kosher, de familia tradicional judía vive desde que nació en Newark pero que decide cursar su segundo año universitario a kilómetros de la cerradura de su hogar en la conservadora y religiosa Universidad Winesburg. Estamos a inicios de los 50's  y E.E.U.U está en plena guerra con Corea, miles de jóvenes sin estatus económico, sin oportunidades, sin estudios van al frente a morir. Supongo que por esa razón, el padre de Marcus se vuelve temeroso, obsesivo, sobreprotector y  agobia o castiga a su hijo ante cualquier indicio que lo pueda conducir a la muerte.  Tímido, poco sociable, vulnerable Marcus intenta dar frente a todas las represiones que una Universidad, un país conservador, racista, de doble moral y opresor puede ofrecer. Da todo de si para sobresalir en sus calificaciones pero nada es suficiente para el sistema. Cada decisión que toma, es para salvar su pellejo, como todo joven desea independizarse, explorar su sexualidad (Marcus entra en un dilema existencial gracias a una mamada) y dar un salto a la adultez. Todo el libro destila muerte, indignación, sexo, muerte, indignación, sexo... Tengo varias partes que he subrayado y doblado las hojas, me gustó cuando Marcus enfrenta al tutor, y cuando el director los sermonea  después de la guerra de las bragas (algo que no le encuentro, todavía, mucho sentido) sentí que era la propia indignación de Roth hacia E.E.U.U

Hace un tiempo leí El Mal de Portnoy de Roth y fue la clase de libro que me dejó con sentimientos encontrados; lo había disfrutado tanto y la vez me desagradó y me hizo sentir incómoda. No pude terminarlo pero la prosa de Roth me enganchó y no dude en darme una oportunidad con Indignación. Me ha encantado, y aunque para muchos de los lectores de Roth ha sido más de lo mismo o aburrido, la verdad que me llega al útero. Disfrute mucho este y seguro disfrutaré mucho más sus otros libros.

Al terminar de leerlo me puse a pensar en todas las cosas que me causan indignación ; la inseguridad en mi país, la corrupción, la falta de ética y humanidad de las autoridades, el alto índice de feminicidio -motivo por el cual se realizó la más multitudinaria marcha en todo el Perú- la educación, la falta de inclusión,y un largo etc. Pero sobre todo me indigna la hipocresía y el conservadurismo en el que vivimos cada día, que hacen de este, un país enfermo, como un chip implantado en lo más hondo de nuestro ser. Un país que se considera laico, pero que sus autoridades imponen sus creencias religiosas e ideológicas sobre el pueblo. Dónde un cardenal tiene tanto poder o más, que el actual presidente.
Respondona soyrespondona siempre¿Cómo podríamos ser libres de todo ello? Si dónde sea que vayamos todo esta infectado de corrupción ¿la reconoceríamos? ¿lo señalaríamos con el dedo? INDIGNACIÓN...

martes, 23 de agosto de 2016

84, CHARING CROSS ROAD



Helene Hanff
EE.UU
Novela Epistolar 1970

¡Dios salve a Los libros de Maria Antonieta y a sus recomendaciones! Es curioso que este libro haya pasado por mis manos varias veces (mientras limpiaba la mesa de recomendaciones o cuando lo buscaba para algún cliente) y no había reparado siquiera en leer su sinopsis. Estaba atendiendo en caja cuando un señor llegó para pagar este pequeñito libro (por cierto, en una edición hermosa por Anagrama) que recordé la recomendación de Maria Antonieta (si es que así se llama).

84, Charing Cross Road  (Londres)  es la dirección dónde se encontraba Marks & CO  una librería -ahora, en su lugar, lo ocupa una ratmacdonal- que se dedicaba a la venta de libros de segunda mano, antiguos y agotados de ediciones raras. Nuestra querida Helene Hanff (digo "nuestra querida" porque estoy segura que la van a querer) es una escritora de guiones, que vivía en Nueva york a duras penas -no se gana pero goza- y como toda lectora voraz y apasionada es exigente con los libros que desea devorar, por momentos llega a ser caprichosa con un sentido del humor peculiar. Helene conoce esta librería gracias a una reseña y a un amigo que hace pedidos a esta. Se vuelve constante el envió de cartas, que las responde caballerosamente Frank Doel librero de Marks& CO y con el resto del personal. Cada carta va transmitiendo un grado de confianza y amistad e intimidad que perdura a lo largo de 20 años, desde 1949 hasta -supongo- 1969.

Como "librera" (según yo soy librera/cajera)  me emocionó mucho; mientras lo leía me preguntaba si algún día tendría esa afinidad con algún cliente...¿alguien querrá ser mi amigo por correspondencia?

Un final un poco triste pero supongo que c'est la vie. Recomendable para cualquier lector apasionado por los libros.



"cada primavera hago una limpieza general de mis libros y me deshago de los que ya no volveré a leer, de la misma manera que me desprendo de las ropas que no pienso ponerme ya más. A todo el mundo le extraña esta forma de proceder. Mis amigos son muy peculiares en cuestión de libros. Leen todos los best sellers que caen en sus manos, devorándolos lo más rápidamente posible... y saltándose montones de párrafo según creo. Pero luego JAMÁS releen nada, con lo que al cabo de un año no recuerdan ni una palabra de lo que leyeron. Sin embargo, se escandalizan de que yo arroje un libro a la basura o lo regale. Según entienden ellos la cosa, compras un libro, lo lees, lo colocas en la estantería y jamás vuelves a abrirlo en toda tu vida, ¡PERO NUNCA LO TIRAS! ¡JAMÁS DE LOS JAMASES SI ESTÁ ENCUADERNADO EN TAPA DURA! Pero... ¿por qué no? Personalmente creo que no hay nada menos sacrosanto que un mal libro e incluso un libro mediocre."

martes, 16 de agosto de 2016

NOCHES BLANCAS



Fiodor Dostoievski es escritor  favorito e intocable de algunos amigos y de muchas personas; por eso el año pasado intenté leer Los Hermanos Karamazov (1880), pero solo pude llegar a la mitad (juro por diosito y por la plata que lo intenté)...no sé ¿Habrá sido un error empezar por la obra mayor del adorado Dosto? No lo creo, por que encantada inicie con la lectura, pero a mitad de camino otros libros me hacían ojitos y lo fui dejando. A pesar de eso, no renuncié a leer algún día, o por lo menos terminar un libro, de Dostoievski

Así que un día, me enamoré de una hermosa edición de Noches Blancas (1848) en la cuál Stefan Zweig daba una cita y como Zweig es mi papi...le hice caso y lo compré.  


Las ilustraciones de la edición hecha por Nórdica son preciosas.

La novela es muy corta como para reseñarla; tenemos un joven solitario, tímido, soñador... que en un paseo nocturno, la primera noche, conoce a Nástenka, después de socorrerla, y le abre su corazón, de igual manera ella lo hace porque le cuenta lo que significa vivir atada, por una aguja, a las faldas de su abuela y de su esperanza de ver de nuevo a su prometido. Pero cuando un corazón solitario cree encontrar refugio en otro, que como un bálsamo a su dolencia lo comprende, éste se apasiona y se entrega. En esas noches, dónde se encuentran, empieza una camaradería y nuestro narrador se ilusiona...

Es interesante como Dostoievki progresa en su prosa, estilo y sentimientos a través de sus libros...esta bien no soy conocedora de su obra, pero leí Los Hermanos Karamazov (si ya sé, a medias pero lo leí, no me juzguen) que es su última novela: la cual escribió en su etapa adulta cuando ya había vivido cosas muy atroces, supongo que eso influenció mucho en su obra, que es muy filosófica y analiza hasta el tuétano los sentimientos y personalidades de sus personajes; en cambio Noches Blancas lo escribió a los veintialgo (si no me equivoco) y no es una obra menor por eso, es muy sublime y bella, por lo menos para mí, porque compartí los sentimientos del protagonista. Tal vez algo predecible el final pero supongo es la mejor manera de empezar con Dostoievski; ya sea  con sus novelas cortas o cuentos, pero ustedes ya vean si algún día se animan o se enamoran de él.

llegar a esta parte me estrujó el corazónceto :'(


Es un spoiler  esa foto pero es la parte que me hizo soltar lágrimas... es que querido Dosto (sé que eres tú) te comprendo, siento lo mismo que tú, vamos por unas chelas, yo te invito, y cantemos canciones de amor hasta el amanecer...

Carta de una Desconocida/Querido Diego, te abraza Quiela

 Hace poco leí Carta de una Desconocida de Stefan Zweig  y Querido Diego, te abraza Quiela de Elena Poniatowska. Ambas escritas a manera epistolar; una me gustó más que la otra; una es ficción, pero está tan bien escrita y tiene un personaje tan humano que casi casi juraría que lo escribió una mujer y no Zweig ; de la otra sé su nombre, Angelina Beloff, y fue alguien real, opacada, pisoteada, olvidada por una masa gigante, deforme, cruel de carácter pasional. Y por otro lado estoy yo, y mis sentimientos que se identificaron con estas mujeres...pero yo no cuento.
Carta de una Desconocida (1922)
Imagina que de un momento a otro te llega una carta, y te preguntas "¿Quién carajo envía cartas? si para eso está el gmail" pero bueno, tu curiosidad es peor que la de un gato y lo abres -porque tiene tu nombre pero no tiene remitente- y la lees y la lees y BAM!  En esta carta te confiesan amor, te confiesan una vida. ¿La vida de quién? la vida de alguien que ni recuerdas; porque así es el amor, está donde no lo vemos. La narradora -de quién nunca sabremos su nombre- nos cuenta sobre tu tierno amor infantil que con el paso del tiempo se torna obsesión. 
Querido Diego, te abraza Quiela (1978)
Aquí, Poniatowska a modo epistolar, recrea la vida de Angelina Beloff y -primera esposa- de Diego Rivera (pintor muralista).  En cada carta,  nos narra los 10 años que significó vivir al lado de Diego; desde que lo conoció, cuando tuvo su único hijo Dieguito, como a pesar de su propio talento como pintora, fue opacada por él, y dejándola en París en pobreza. A pesar del amor que profesan las cartas, Diego es presentado como cruel, infiel, déspota que nunca le responde, que envía dinero como quién da migajas. Sola la última carta -supongo es la que se basó la escritora- esta escrita por la propia Angelina Beloff. Ésta carta fue publicada en la biografía de Diego Rivera.
¿Por qué hago dos opiniones en una? Pues ¿cómo no compararlas? claro, son diferentes, pero tienen en común a dos mujeres, que aman en demasía y ciegamente, que hasta podría decir que se dejan pisotear en nombre del amor. Como siempre Zweig utiliza el psicoanálisis en sus personajes, el mínimo detalle, el mínimo sentimiento lo enaltece y es imposible no identificarse con ello. Con Poniatowska he conocido a una mujer, que teniéndolo todo, menos dinero, pudo brillar con luz propia. Tenia inteligencia, fuerza, pero siempre miraba su pasado, sumida en una depresión -eso pienso- lo anhelaba, aunque sentía que ya era el fin, la pleitesía por Diego la dominaba. Y yo me digo, y me pregunto ¿Qué merde tenía Diego Rivera que las traía locas?
Es que, estos pequeños libros nos muestra lo duro que es el amor no correspondido e ignorado. Hay un ensayo que se llama ¿Por qué nos duele el amor? -una amiga lo leyó y me dijo- que vivimos en una sociedad, desde que el mundo es mundo, que nos condiciona para sufrir por amor, que nos invita a anhelar un amor eterno, a enparejarnos, y llorar como si no hubiera un mañana y ¿Quién no ha sentido algo de lo que sintieron estas mujeres? Yo creo que estoy pasando por algo similar, se que pasará, pero lo que cuenta es lo que siento ahora, y lo que siento lo quiero expulsar, bebería para ahogar las penas, pero las bastardas aprendieron a nadar, así lo dijo Frida Kahlo que sufrió por este pinche Diego Rivera y lo repito y lo repito.
¿Alguien leyó estos libros? ¿Qué opinan?

martes, 2 de agosto de 2016

EN LA LIBRERIA


Seguro algunos no conocen la avenida Dos de Mayo así que, intentaré dar una descripción (a mi manera) de ella. Dos de Mayo es paralela de la caótica, siempre embotellada y quita almas, avenida Javier Prado. Dos de mayo es angosta y pequeña siempre con la brisa fresca, gracias a sus viejos sauces que la adornan, llena de casonas antiguas -me atrevería a decir que algunas son de inicios o mucho antes de los años veinte- pero también de apartamentos con estilo; a los años cincuenta o sesenta, si las observan atentamente es posible que se sientan en los cincuentas. San Isidro es el centro financiero de Lima y Dos de Mayo es parte de ella.

Algunas casonas antiguas no tuvieron suerte y  fueron destruidas para dar paso al boom inmobiliario. Ahora, en su lugar, hay edificios altos llenos de oficinas o apartamentos. Se admiraría un coloso y brillante edificio teniendo como compañera a una elegante, sofisticada y antigua casona. Dos de Mayo es una avenida llena de restaurantes, pequeñas tiendas, farmacias, panaderías uno que otro chifa e incluso algunas casonas, que para perdurar en el tiempo, se convirtieron en bancos financieros y en  supermercados. Dos de Mayo está llena de vida comercial, de buena vida para quién se lo permita. Llegando al final de Dos de Mayo, en una esquina, una casona blanquecina -de ser hogar de alguien importante, a un estudio de abogados- se reinventó en una Librería. Entrar es un placer; una mesa redonda te recibe llena de libros mientras que un candelabro cuelga del techo para iluminarlos, de paredes blancas, combina con gusto con los altos estantes llenos y apretujados de libros. La primera vez que entre en esta librería sentí que había encontrado mi espacio, y a la vez me sentí abrumada porque no sabía por dónde empezar. Mi momento de aislamiento lo interrumpió unas campanadas una, dos, tres...perdí la cuenta contándolas. Olvidaba que La Librería tiene de vecina a una Iglesia, una amarillita Iglesia.

De ese primer día, ya ha pasado un año y medio. Dos de Mayo es mi pista de carrera, por que me la paso corriendo para no llegar tarde a la Librería, por que ahora trabajo en ese lugar de ensueño. Es mi segundo hogar, dónde se encuentran mis amigos, mis autores favoritos; sus libros queridos. Son cuatro meses trabajando, aprendiendo. A veces abruma estar rodeada de tantos libros, me encogen. Cuando los limpio, los acaricio, soplo sus hojas para sacar el polvo -algunos están olvidados- los leo. A veces me concentro mucho en la lectura, olvido por un momento que trabajo ahí, pero termino dejándolo en su sitio con la promesa de volver. Esta Librería es mi segundo hogar -mi hogar está a dos horas de distancia- siempre entran caras nuevas, maravilladas y alegres de encontrar lo que tanto buscaban, incluso, muchos me felicitan por tan bella librería; yo sonrío, ya soy parte de ella. Hay clientes asiduos, están los que vienen casi todos los días, ellos nos saludan con un ¿cómo estás?, nos sonríen, nos cuentan sus historias. A veces me toca estar en caja, entonces no solo les cobro, también me gusta imaginarlos; dónde leen, si al llegar a casa lo acomodan en su librero, en la mesa o lo dejan para después o lo olvidan. También hay de esos clientes gruñones y exigentes, los que se dan aires de superiores por leer yo que sé, me desagradan muchas veces, pero tengo que sonreír, y tengo que vender.

También me preocupo por lo que leen los jóvenes, también me gusta imaginar la personalidad de ellos a través de lo que leen... no dicen que uno es lo que lee. Si, aveces soy prejuiciosa -shame of me- pero sobre todo me alegro cuando alguno se lleva algún libro de mi autor favorito. Trabajar en la librería muchas veces es agotador, cuando llegan los libros nuevos desde un barco cruzando el ancho mar y  sobre todo, cuando no encuentro un libro deseado,  porque no está en el lugar que debería estar, y el cliente se impacienta y nos dice la vida pero luego, al encontrarlo, caigo en la cuenta de que alguien, algún cliente tal vez,  lo escondió para volvera por el, aveces encuentro libros rotos, algunos lo dejan a su suerte.

Trabajar en una librería puede parecer agotador pero es un placer, un constante aprendizaje. Siento que cada día aprendo más, conozco más y quiero más. Cuando hablo con los clientes me siento feliz, podría escucharlos todo el día pero ya perdí la cuenta de las campanadas...